Tanto dar retroalimentación como entrenar son herramientas esenciales en el liderazgo y el desarrollo personal. Aunque cada uno tiene su lugar y puede complementar al otro, no son lo mismo. En este artículo, exploraremos las razones por las cuales dar retroalimentación no es lo mismo que entrenar.
1. Objetivos y metas
Retroalimentación: El objetivo principal de la retroalimentación es informar a una persona sobre cómo ha desempeñado una tarea o actividad específica. Se centra en el rendimiento pasado, proporcionando información sobre lo que se hizo bien y dónde se pueden hacer mejoras.
Entrenamiento: El objetivo del entrenamiento es ayudar a una persona a desarrollar sus habilidades y potencial para el futuro. Se centra en el futuro, explorando lo que el individuo puede hacer mejor o de manera diferente la próxima vez.
2. Naturaleza del diálogo
Retroalimentación: En la retroalimentación, la conversación suele ser unidireccional, con el emisor compartiendo su perspectiva y el receptor escuchando.
Entrenamiento: En el entrenamiento, el diálogo es interactivo. El entrenador plantea preguntas que ayudan al entrenado a reflexionar y encontrar sus propias soluciones.
3. Duración y profundidad
Retroalimentación: Dar retroalimentación suele ser a corto plazo y se centra en un solo evento o rendimiento.
Entrenamiento: El entrenamiento es un proceso que puede abarcar un período más extenso. Requiere una discusión y reflexión más profundas.
4. Responsabilidad y propiedad
Retroalimentación: El emisor de la retroalimentación asume la responsabilidad al compartir sus puntos de vista y opiniones.
Entrenamiento: En el entrenamiento, la responsabilidad recae en el entrenado. El entrenador apoya y guía, pero el entrenado toma las decisiones finales y asume la responsabilidad de sus acciones.
5. Enfoque
Retroalimentación: La retroalimentación suele centrarse en lo que sucedió y por qué.
Entrenamiento: El entrenamiento se centra en lo que podría suceder a continuación y cómo.
Conclusión
Aunque tanto dar retroalimentación como entrenar son herramientas valiosas, sirven para diferentes propósitos y abordan el desarrollo desde diferentes ángulos. Es esencial comprender la distinción entre los dos para usarlos de manera efectiva y adecuada.